Don Augusto, el almacenero de nuestra Plaza Yarur.

¡¡ Por fín una foto de Don Augusto !!.
Hace mucho tiempo que solicitaba una foto de este buen comerciante de la Plaza Yarur, con su negocio de abarrotes al lado de la Carnicería de don Roberto (todo esto de los años 40, 50 y 60), don Augusto era muy amigo de muchos vecinos, pero acá contaré la historia con José Tomás Hidalgo Castro (mi 2° papá), muy amigo de este comerciante, ya que también era muy bueno para conversar.

En esos años, se veían caminando por el barrio, Segundito (tocaba el violín) compañero de trabajo de don Chuma (Tomás Hidalgo, tratado así por el cariño de sus hijos y vecinos), y otros vecinos que sentados en los bancos, frente al negocio de don Augusto, contaban sus historias y cuentos, divirtiendo a los más jóvenes, hasta que de a poco iban dejando vacío el asiento, que era ocupado por otro jubilado o algún jóven cesante.

La historia se repitió tantas veces, que el único que no cambiaba era don Chuma, vivió grandes y hermosos 89 años, hasta que dejó vacío el asiento de la plaza. El contacto con don Augusto se dió por muchos años, ya que don Chuma y su primera señora (Elena), compraban en este almacén, así yo cuando niño acompañaba a Jaime, Humberto o Chalo a comprar algunos cosas que faltaban en su casa.  Don Augusto, para esto tenía unas libretas del "fiado" y ahí anotaba lo que compraban, y después, a fin de mes, se pagaba la totalidad de lo pedido.

Cuando don Chuma, se casa con mi mamá, 22 de octubre de 1964, le dice a mi mamá que haga el pedido del mes donde don Augusto y que le anote en una libreta, para depués pagar a fin de mes. Hasta ibamos bien, pero un día se me ocurrió mirar la libreta y los número eran muy "raros"...no sabía si eran 3 o 5, 6 o 9, etc., es lo mismo que nos pasa hoy cuando vemos números sin lentes, así que uno confiaba en don Augusto con sus números "raros"...

Otra particularidad de este italiano, era la de conversar con las clientas. Cuando se daba cuenta, que habían cliente de distinto signo político, "echaba carbón" hablando de política para que las señoras "picaran" y se enojarán, haciendolas pelear, para regocijo de este italiano.
A mí me llamaba mucho la atención, su máquina de moler maíz o cualquier cosa, además de su máquina para despachar aceite (que venían en tambores de 200 litros), cosas que ya no se ven.

Un gran saludo a don Augusto y una alegría el verlo tan bien de salud, es un jóven todavía. En la foto Don Augusto con Graciela Garrido, esposa de Pedro Lazo, antiguos habitantes del barrio y muy queridos.