jueves, 18 de octubre de 2007

GRAN BAILE GRAN, del Centro Cultural en calle Pizarro.




Era el año 1967, cuando en una reunión a alguien se le ocurrió la idea de hacer un baile, como los de antes, que fuera familiar,solo irian socios más un amigo, habrían mesas donde se comería y un mini escenario para actuación de algún cantante.
Aprobada la idea, comienzan los preparativos, no sin antes, agregar que podriamos ocupar nuestra "insfraestructura musical"(dabamos clases de guitarra) y preparar un "numerito" de canto y baile.
Proponen hacer un "casting", para elegir a los mejores cantantes y agregan dos canciones conocidas de la época para interpretarlas. Las canciones de Los Panchos: Contigo y Sabor a mí. ¡¡ Se inscribe todo el Cultural en los casting !! y se estuvo como un mes "probando" el canto de cada socio (todo esto era serio, por lo tanto el que se reía era expulsado del "estudio" de grabación).
Los acompañantes Jorge Duarte y Kiko Muñoz guitarristas de lo mejor del Cultural (Duarte muy bueno, era el guitarrista oficial de Lorenzo Valderrama, era el que "punteaba" en todas las canciones), por favor no leer entre líneas...
El espectáculo femenino, que también originó otro "casting", era para bailar La Yenka, canción del verano 1965 en Europa por un dúo Johnny and Charley. Este baile debían bailarlo las lolas del casting con "minifalda", por lo que profesionalmente asistían todos a este casting a dar su opinión...( algunas opiniones que se escucharon: ¡¡ uuuy !!, ¡¡ hermosas !!, torneaditas,etc.).
En el canto quedan de finalistas Beto "Gil" Plaza y Andrés"Aviles"Moraga,acompañan Kiko "Navarro" Muñoz y Jorge "Albino"Duarte.
La comisión elegida para arrendar casa, elige una en la calle Pizarro (entre San Dionisio y Rondizonni), fijando el monto a pagar y el horario. Comisiones formadas para el Evento: Guardarropía,Compras, Recepción de Invitados,Porteros, Buffet. Encargados de la música y coordinación en canto y baile: 3 personas afines a los temas.
En la mañana de ese sábado se va a la casa arrendada y comienza nuestra labor (instalación eléctrica, mini-escenario,buffet, guardarropía,etc). Estabamos sacando los cuadros de la parentela de la dueña de casa, cuando nos dice- "¡ que están haciendo jovencitos, eso no esta en el contrato !-(eran 7 cuadros antiguos, que desentonaban para nuestro propósito). En resumen nos cobró Eº 5 ( 5 escudos) por sacarlos, ¡¡ y todos felices !!. Despejado el dolor familiar que le ibamos a causar a la dueña de casa, terminamos nuestra tarea.
Ya a estas alturas "Las manos arribas", habían vendido todo el champú que tenían, los peluqueros Maestro Díaz y Don Roberto a tablero lleno cortando y peinando. El intercambio de corbatas, camisas y pantalones de los lolos se multiplicó, no se podía llegar con la "tenida" de todos los días.
El lleno fue total, las arcas del Cultural sonreían de lo lindo, actuación genial de Lorenzo Valderrama con Río Rebelde y El Rosario de mi madre. Kiko y amigos tocando cuecas a rabiar.
No quedó espacio para el canto y el baile, pero lo entretenido del casting (26 días) nos quedó como recuerdo.
Se bailó, se comió, se tomó, se pololeó, se miraron las estrellas,etc. todo en ese baile, se pasó fantástico...

Tan fantástico que Enrique Muñoz (Kiko Cejilla), aporta la otra mirada para este mismo evento, los dejo con Kiko y ya volveré con la segunda parte de este GRAN BAILE GRAN.
Aquellos lejanos tiempos, de aquel lejano Centro Cultural, nos traen de vuelta sabrosos episodios que, por darle gusto a la nostalgia, resulta agradable recordar.
En mi vida he tenido a lo menos cuatro guitarras. Todas y cada una de ellas ha pagado con creces su precio. Fueron compañeras nobles en todo terreno y un factor importante de crecimiento personal. Permitieron trasmitir el poco o mucho potencial musical que podemos llevar dentro. Todas cumplieron y todas agotaron su vida activa producto de la sobreexplotación y el mal trato ( golpes, pasos de mano en mano, cambios de temperatura, traslados en mala forma, y otros) Pero una de ellas, quizás la mejor que ha pasado por estas manos, la recuerdo en forma particular porque terminó sus días de manera violenta.
Particularmente violenta.
Había que arrendar un local para un baile pro-fondos Centro Cultural y se decidió por una casona antigua en la calle Pizarro, entre Rondizzoni y San Dionisio. Cumplía con los requisitos: un inmenso living con piso de madera y algunas dependencias para la venta de comestibles y tragos, todo decorado con antiguas fotos de familia. Pertenecía a la señora Eduvigis (bautizada recién para este cuento) quien mantenía una botillería anexa y allí se dedicaba a su rubro y a cuidar el orden familiar.
Allí se desarrolló el evento con harto baile de última moda (la “yenka”, si mal no recuerdo), elección de reina y rifa de un pollo asado para ser servido en el acto mismo y amenizado por música en vivo con boleros en voces de dos vocalistas debutantes: Beto Plaza (que en paz descanse, si puede), y Andrés Moraga.
Todo normal, todo el mundo contento. Buenas ganancias.
En eso llega don Rolando Alarcón, seguramente invitado por Héctor Pavez y nos regaló una selección de su repertorio y pasó un par de avisos y nos felicitó por la iniciativa y capacidad de organización que el grupo manifestaba. Y se despidió diciendo que “aquí ya no me necesitan porque si es por bailar, tienen cuequeros de primera... ha sido un gusto y que siga la fiesta...!!”
Los cuequeros éramos, evidentemente, nosotros todos. Se afinaron las guitarras y rajamos con las primeras patas. En eso se acerca una viejita y me dice “yo se la voy a tañar, joven” “Bueno” –le contesto amablemente. Se arrodilla la anciana y se las manda, premunida de sendos anillos en las dos manos, dándole a mi guitarra, literalmente, como caja.
Mi noble instrumento me trasmitía la vibración de los impactos y el martirio a que era sometida. Por mi parte, yo veía como saltaban virutas y se adelgazaba la cubierta de la misma. Pensaba, mientras seguía cantando: tengo dos posibilidades. O le pego un combo en la cabeza a la veterana y la aturdo (imposible por una cuestión de principios morales), o sigo dándole a las cuecas hasta donde le de el cuero.
Ganó la última. Paró el cuequeo y mi guitarra, mi noble guitarra tenía un segundo hoyo en su cubierta y el resto crujía como cajón manzanero recién aplastado por un camión.
La vieja me miró sonriente y remató: “...nos salieron de primera, no?
VAMOS A LA SEGUNDA PARTE DE ESTE CUENTO: Gran Baile Gran...

Ahí queda Kikito Muñoz con la guitarra hecha güiro, lamentandose, pero feliz con todas las patas de cuecas que bailaron.
Habíamos quedado en que todos estaban felices y pasandolo muy bien, un éxito total...

PERO...

Siempre hay un pero...en la vida, los imponderables de siempre, las personas se estaban retirando y pasaban por el Guardarropía a recoger sus prendas, cuando de repente un grito...
¡¡ Donde esta mi zorro !!, la comisión guardarropía y la directiva se acerca y pide una explicación de lo que estaba pasando.
Se había extraviado el zorro de la Alba, pero ¿que era "eso"dijimos?. Lo que pasa que todo el Cultural se había "emperifollado"de lo más que hay, y cuenta la leyenda que la Alba se consiguió el zorro (que era para ponérselo en el cuello, otros dicen que era conejo) con Julita Astaburuaga, la societé de moda hoy, y otros aportan que fue la Mary Rose Mc Gill de Jarpa, pero en definitiva la Alba se lo había conseguido con una tía que vivía en el barrio.
Se formó la comisión "El zorro de Alba", para recuperarlo, pero
después de un tiempo el Cultural tuvo que sacar parte de los fondos (ganados con tanto esfuerzo), y cancelar el famoso zorro.
La gracia nos costó Eº 50 (cincuenta escudos), pueden pasar a corroborar esta cifra al libro de tesorería y remitirse a la Página 7 Asto.44 Glosa: "Pago por el Zorro de Alba".
Y hasta aquí no más llegamos, todavía comentamos en este año 2007 este cuento del zorro de Alba, aquí una foto de tres pieles facilitadas por la señora Alba, haciendo hincapié que son zoros de verdad y ¡¡ no conejos !!.
Tan "peladores" que eran los del Cultural... FIN.

Fotografías:1) Retratos sacados de la pared de la Sra. Eduvigis. 2) Casting de cantantes. 3) Baile de la Yenka. 4) Guitarra de Kiko averiada, con bailarina de la Yenka. 5) Pieles de zorros.

2 comentarios:

Unknown dijo...

CREO QUE HAY UN ERROR,NO FUE UN ZORRO LO QUE SE PERDIO.FUE EL CUELLO DE PIEL DE MI HERMANA BLANCA,QUE A POSTERIOR LE PAGARON.

Carlos Fernandois O. dijo...

Chispa: yo le puse un zorro, pero sabemos que era un cuello, ha sido muy grato el recordar este episodio y nos hemos reído igual que aquel tiempo. Un abrazo.