domingo, 25 de noviembre de 2012

Zonas Típicas y Zonas de Conservación Histórica.


He recibido un correo de Luis Rolando Rojas, del Colectivo Rescata donde nos informa de la protección del patrimonio barrio, y nos envía un texto que nos puede ayudar.

Estimado Carlos, te envío este texto que puede ser de mucha ayuda para
los vecinos de la población Pedro Montt ahora que el tema de la
protección del patrimonio del barrio se encuentra sobre el tapete. El
texto escrito por nosotros (colectivo Rescata) explica de manera
sencilla la diferencia entre una zona de conservación histórica y una
zona típica, ojalá puedas publicarlo en tu blog.  Se adjuntan 3
imagenes explicativas.

De antemano muchas gracias.

Va este Comunicado e información para nuestros vecinos de la Población Pedro Montt.


¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UNA ZONA DE CONSERVACIÓN HISTÓRICA Y UNA ZONA TÍPICA?

¿Es suficiente una zona de conservación histórica para la preservación de los atributos patrimoniales tangibles e intangibles de un barrio?

La respuesta es No, y obedece a los siguientes motivos.

Las Zonas de Conservación Histórica (ZCH) son parte integrante de los Planes Reguladores Comunales, los cuales junto con El Presupuesto Municipal Anual y el Plan de Desarrollo Comunal son uno de los tres instrumentos de gestión establecidos por la Ley Orgánica Constitucional de Municipios.

 Las ZCH de un Plan Regulador definen un área urbana de la comuna que merece un tratamiento especial desde el punto de vista urbanístico. Sin embargo, debemos tener en cuenta una serie de falencias de este instrumento.
Los Planes Reguladores poseen una participación pobre, la cual ha sido puesta en evidencia por variados investigadores (ver Mlynarz, 2007), lo que significa que su validez o representatividad como inclusivos de las demandas ciudadanas se encuentra en discusión (en el caso de las ZCH no motivan a las comunidades residentes a asumir una postura de promoción y defensa de su patrimonio).

Por otro lado, los mismos Planes Reguladores son instrumentos que cambian constantemente y para finalizar, tienen la cualidad de que los inmuebles definidos o protegidos como “patrimoniales” por esta norma local, pueden ser desafectados (pierden la condición de patrimonial) mediante la emisión de informes elaborados por profesionales competentes al ámbito de la arquitectura y la construcción.

Existe con fuerza la visión de que una declaratoria de Zona Típica (ZT) por el Consejo de Monumentos representa un estancamiento para los barrios, impidiendo que los propietarios de las construcciones realicen mejoras, alteraciones en fachadas e incluso, el pintado de estas bajo libertad de colores.

La Ley de Monumentos especifica que la misión de las Zonas Típicas es  poder hacer perdurar y cuidar las características arquitectónicas de determinados conjuntos urbanos, esto no quiere decir “que no pueda retirarse una ventana vieja de madera para poner una de acero o aluminio” en un inmueble inscrito dentro de una zona típica, de hecho, el criterio utilizado actualmente es que el patrimonio se intervenga y se renueve en base a materiales contemporáneos.
Además, el que una manzana sea pintada con colores más propios del estilo de arquitectura de sus fachadas hace en definitiva mejorar la imagen de ese grupo de viviendas “subiéndole el pelo” aumentando el valor de cada una de sus viviendas.

A diferencia de las ZCH, las Zonas Típicas promueven el turismo ya que en la práctica son una verdadera declaratoria patrimonial a nivel nacional.  Buenos ejemplos de Zonas Típicas bien gestionadas por sus habitantes en la comuna de Santiago son el barrio Boucheff, el barrio Lastarria (www.barriolastarria.com) y el barrio Viel (www.barrioviel.cl) donde sus propios habitantes definieron los colores con los que pintarían sus casas de manera armónica. Sin embargo, debemos reconocer que la Ley de Monumentos es antigua y debe modificarse principalmente en el ámbito de otorgar mayores beneficios tributarios a los propietarios de viviendas ubicadas dentro de una ZT.
Una de las mayores cualidades de las Zonas Típicas es que el control de las intervenciones relevantes de parte del Consejo de Monumentos se define “a criterio”, contrario al caso de las Zonas de Conservación Histórica donde todo el control se hace de manera ciega en base a la propia norma por parte de la SEREMI (MINVU). En el contexto de los barrios patrimoniales de la comuna de Santiago el actuar del CDMN es de gran certeza dado a la diversidad de barrios y la diversa realidad social de sus habitantes.

Debe apuntarse también que una Zona de Conservación Histórica es solo una calificación local lo que la distingue de una Zona Típica y Pintoresca, la cual declara como monumento nacional a un área urbana de la ciudad, abriendo camino a una variada gama de beneficios tales como el reconocimiento nacional de la importancia histórica de ese sector, el acceso a la postulación a ciertos beneficios (FONDART y otros) o sencillamente el aumento del valor de suelo. Este aumento de valor de suelo, se basa en la situación de que existe gente interesada en vivir en barrios patrimoniales y en ambientes que aseguren la preservación de sus atributos.

Los mayores defensores de las ZCH son los municipios ya que son parte de su competencia, y de las ZT, los vecinos ansiosos por una regulación patrimonial paralela a la municipal. Sin embargo,  Zona de conservación histórica y Zona Típica deben trabajar juntas, sin miedo a la supuesta burocracia del Consejo de Monumentos (la cual mediante acuerdos y gestión puede significar meros “avisos” por escrito), institución conformada por profesionales competentes y ante todo altamente criteriosos de la realidad propia de cada área patrimonial de nuestra ciudad.

Para terminar es importante decir que el patrimonio cultural de los barrios de Santiago como recurso no renovable, es un componente latente de desarrollo social y humano, el cual debe ser preservado, ojalá bajo la acción de ambos instrumentos.

Referencias: http://www.flacsoandes.org/dspace/handle/10469/1081?locale=es

COLECTIVO RESCATA.
colectivorescata@gmail.com

Nota: Nuestros agradecimientos al Colectivo Rescata por esta información.

Nuevo plan regulador protegerá los primeros barrios obreros de Santiago.


Nuevo plan regulador protegerá los primeros barrios obreros de Santiago.
Villas de trabajadores textiles y ferroviarios fueron declaradas Conjuntos de Conservación histórica.

por Darío Zambra.

Hubo una época en que sobre las mesas de los santiaguinos siempre había un botella de vidrio llena de leche. Quizás muchos la bebían sin saber que la fábrica en que se envasaba estaba a cuadras de la Estación Central, en la esquina de Manuel de Amat con San Alfonso. Ahí se ubicaba la Central de Leche, la empresa estatal que elaboraba productos lácteos. La materia prima venía del sur y viajaba hasta la capital en ferrocarril, en vagones cisternas. "Había incluso un desvío que llegaba justo a la entrada de la fábrica", cuenta Gerónimo Galaz, un antiguo maquinista de trenes.

En esta planta se hacían el queso, el yogurt y la mantequilla, y se envasaba la leche en botellas. Las mismas que hoy se venden como objeto de decoración.

La Central de Leche cerró en 1960 y el que fue su edificio alberga hoy al Liceo Industrial de la Construcción (sus alumnos lo llaman "La Lechería"). Pero en sus alrededores aún se conservan en buen estado las casas pareadas y sin antejardín que la empresa construyó para sus trabajadores en tres manzanas.

Para proteger este patrimonio y el de otras poblaciones obreras de la época, la Municipalidad de Santiago aprobó cambios al plan regulador del sector surponiente de la comuna, que colinda con Estación Central y Pedro Aguirre Cerda.

Así, 12 antiguas poblaciones de esta zona -entre ellas las casas y departamentos que se construyeron para los trabajadores de la Central de Leche- fueron declaradas Conjuntos de Conservación Histórica.

"Esto significa que no se pueden demoler y que cualquier cambio que ahí se haga, como una ampliación, debe ser autorizado por la municipalidad y la Seremi de Vivienda", explica la asesora de Urbanismo del municipio, Sandra Gysling.

Anti terremotos

Varios de estos conjuntos habitacionales corresponden a los primeros barrios obreros de Santiago. Marcela Pizzi, arquitecta del Instituto de Historia y Patrimonio de la Universidad de Chile, explica que el ferrocarril provocó la aparición de numerosas fábricas en torno a la línea férrea en distintas partes de Santiago a comienzos del siglo XX . Y uno de esos lugares fue el sur de la Alameda, entre las calles Club Hípico y Exposición.

Pizzi cuenta que estas compañías tenían una preocupación especial por el bienestar de sus trabajadores. "Muchas construyeron, cerca de las fábricas, conjuntos habitacionales para sus empleados. Eran casas de muy buena calidad y con un estándar mucho mejor que el de las actuales viviendas sociales", asegura la arquitecta.

Alejandro Cisternas puede dar fe de ello. Vive en una de las villas que la fábrica textil Yarur levantó en los años 50 en sus alrededores, al sur del Club Hípico. La mayoría son casas pareadas de dos pisos, antejardín y hechas de ladrillo fiscal. "Pese a que tienen más de medio siglo, no les ha pasado nada. Ni siquiera los terremotos las han dañado. Tienen que dinamitarlas para echarlas abajo", bromea este ex trabajador del laboratorio de física del imperio textil que se formó en este barrio.

Este nuevo plan regulador protegerá no sólo la población Yarur, sino que también todas las instalaciones de la ex compañía textil, la tintorería y la fábrica. Allí se levantan hoy las que serán las nueva instalaciones de Chilevisión.

A un par de cuadras está otro de los primeros barrios obreros de la ciudad y que también será protegido: la población Pedro Montt. De hecho, uno de sus primeros habitantes, Luis Herrera, recuerda que en la época de oro de la mencionada textil, este sector de Santiago estaba lleno de vida. "Cuando terminaban su jornada de trabajo, las empleadas de la fábrica salían con sus overoles verdes y se juntaban a conversar en la plaza Yarur", cuenta.

La villa que habita Herrera fue hecha para los afiliados del Servicio de Seguro Social, la antigua casa de previsión de los obreros. "Antes las cajas construían viviendas para sus asociados. La gente postulaba y luego pagaba un dividendo al seguro", explica.

Su padre fue uno de los beneficiados de la población que esta institución creó en 1938. Son cerca de 500 casas, cuyos terrenos promedian los 100 m2 y que no tienen nada que envidiar a un conjunto de clase media de Providencia o Ñuñoa. "Son de concreto armado y ladrillo, no les entra un clavo", afirma Herrera.

Las torres de departamentos Arauco que edificó en 1945 la Caja de la Habitación Popular -y que se caracterizan por sus pintorescas escaleras en forma de espiral- más las villas Ferrocarriles, San Eugenio I y San Eugenio II (construidas para los obreros de la entonces próspera industria ferroviaria), son otros de los sectores declarados Conjuntos de Conservación Histórica.

El nuevo plan regulador también estipula que alrededor de estos barrios no se podrán levantar torres de más de cinco pisos. "Los vecinos pidieron esto, porque quieren conservar la vida de barrio. Además, este es el único lugar de la comuna en que no se alcanzaron a leventar edificios modernos de departamentos", remata la asesora de Urbanismo de la municipalidad.

Fotografías: 1) Entrega de las casas en Población Pedro Montt (1940 aprox.). 2) Calle 5 Los Tulipanes de la Población Pedro Montt.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Fotografías de Antaño.










Mi amigo Alejandro Correa, también colaborador con el Barrio San Eugenio, me envió esta foto de la Junta de Vecinos de la Población Pedro Montt, en esos tiempos no todos teníamos acceso a máquinas fotográficas (como hoy), así que tener una foto de esos años, 1969-1970, era imposible, pero ya ven ustedes, siempre alguien tiene estos tesoros y afortunadamente los comparten. Gracias Alejandro por este documento que traerá muchas alegrías a las personas que acá están y muchos recuerdos a los parientes, de los amigos y vecinos que no están terrenalmente...

Tal cual sucede con la foto de la Portada, donde cuando niños ibamos a "la línea del Sur" en excursiones, a bañarnos y sacar frutas de árboles que encontrabamos en el trayecto, todos estos "niños", hoy ya abuelos y algunos bisabuelos...para esto sirven las fotos, disfrutar y recordar lo bonito cuando uno era niño, joven o adulto.

Lo mejor de todo, es que el mirar esta foto de la Junta de Vecinos, aparecen esos recuerdos de nuestro barrio, donde al margen de pensar diferentes, todos eramos vecinos, con el saludo habitual, el respeto por cada cual, y sobretodo a los mayores, todos en el barrio nos conocíamos, incluso hasta el día de hoy saludamos a personas (que no le sabemos el nombre), que encontramos en el metro o en la ciudad de Santiago.
Esto de no saber sus nombres tiene su historia, todos recordaremos que apenas uno nacía... ¡¡ ya tenía sobrenombre o motete !!, acá en la fotografía, que llegó sin ningún nombre, la dejamos para que ustedes habitantes del barrio completen esta histórica foto.

Desde ya vemos algunos conocidos de todos: don Moisés Ríos, señora Olga Puebla, Balbino González y otros. Por favor colaboremos para tener todos los nombres de nuestros vecinos.